Patinetes eléctricos en España

Hay para elegir

Lime

Esta empresa estadounidense es probablemente la más importante a nivel internacional ofreciendo este servicio de alquiler. Los patinetes Lime tienen una franja de uso desde las 5 de la mañana hasta las 9 de la noche, cuando son retirados para ser recargados para el dia siguiente. Estos patinetes tienen una autonomía de 50 Km y alcanzan los 24 Km/h. Podrás disfrutar de Lime en Madrid Málaga Pamplona y Zaragoza.

Wind

Esta empresa Alemana ya ofrece sus servicios en Madrid, Malaga, San cugat y Lanzarote. Fácilmente reconocibles por su pegatina de color azul, esta empresa ofrece unos servicios muy similares al resto de empresas de alquiler de patinetes pero Wind también ofrece alquiler de bicicletas.

Bird

Esta empresa aterrizó en Madrid el pasado noviembre y ofrece sus servicios en una franja horaria desde las 7 de la mañana hasta las 9 de la noche. Trabajan con una prueba piloto de tal manera que solo se ponen en funcionamiento aquellos patinetes que son utilizados al menos tres veces al día, para no saturar la ciudad de estos dispositivos.

VOI

Esta empresa sueca ofrece sus servicios en varios países como Portugal, Francia, Suecia, Dinamarca y en España se pueden encontrar en Madrid y Zaragoza. Los servicios de VOI son de alcance limitado, por ejemplo, en Madrid no te permitirán ir más allá de la M-30.

Koko

Koko es la primera empresa española que ofrece estos servicios. Pretenden revolucionar la movilidad de las ciudades ofreciendo a las personas un transporte más eficiente y respetuoso con el medio aumentando la sostenibilidad de las ciudades. La empresa escogió Zaragoza para comenzar su actividad con la puesta en marcha de 200 patinetes, ya que consideraron que era un mercado en crecimiento con buenas posibilidades de movilidad urbana.

Bbuho

Esta empresa creada por dos emprendedores españoles comenzó su actividad en la ciudad de Valencia. A diferencia del resto de empresas, ofrecen patinetes eléctricos de varios tamaños y modelos que deberan ser utilizados adecuandose a una red fija de “puntos Bbuho” tanto para la recogida como para la devolucion del patinete, pretenden así, ocasionar menos problemas en las ciudades y tener menos trabas con los ayuntamientos.

Pero…¿cómo funciona?

Los servicios de todas estas empresas son bastante similares. Se basan en la utilización de una aplicación para smartphone mediante la cual podrás encontrar los patinetes disponibles cercanos al lugar donde te encuentras, su nivel de carga, una breve introducción a sus normas de utilización y el sistema de pago que por norma general será de 1 euro por desbloqueo del patinete y 15 céntimos por minuto de uso. Si bien, algunas empresas dan la posibilidad de adquirir tarifas diarias o mensuales permitiendo obtener un precio más reducido.

Si quieres dar de alta la luz o el gas, llama gratis a este número.

911 231 483

Convertirse en un «cargador» de patinetes

Esta es una interesante actividad que se ha derivado de la popularización de estas empresas y medios de transporte. Se trata de recoger los patinetes que van quedando en las calles sin batería al final del día, cargarlos durante la noche en casa y devolverlos a las calles por la mañana antes de que comience el funcionamiento del servicio. Los requisitos para llevar a cabo esta actividad son: ser autónomo y disponer de un vehículo para transportar los patinetes. La empresa propietaria de los patinetes pagará al “cargador” un precio entre 3 y 25 euros por dispositivo cargado, en función de la localización del patinete y el tiempo que lleve descargado. Se trata de una opción para muchas personas de ganar un sobresueldo o incluso desarrollar una actividad profesional si se le dedica suficiente tiempo y recursos.

Estos medios de transporte son una buena alternativa para el transporte sostenible que nos permite reducir en gran medida la producción de CO2 de las ciudades y los niveles de ruido. Aunque también tienes algunas contras, por las que los ayuntamientos ya están comenzando a tomar medidas endureciendo la regulación, limitando su uso para evitar peligros y comportamientos incívicos en las ciudades.